miércoles, mayo 25, 2005

 

Esta vez no es un fragmento...

Bueno, pues ya he finalizado todo el proceso de preparación a la edición. He corregido los errores que me habéis ido diciendo, lo cual os agradezco infinito. Sin duda, mejorará la novela.

ya queda muy poco; quizás tan solo un par de semanas. A lo sumo veinte días y por fin, verá la luz. La verdad, es que el parto ha sido largo, y más complicado de lo que yo me creía.

En definitiva, comentaros que ya están corregidos vuestras observaciones, incluidas algunas sugerencias y con la rotativa calentando motores.

Pronto, colocaré otro pequeño fragmento... de la F-106, porque he tenido que cambiar el numeral.

jueves, mayo 05, 2005

 

La F105... Posted by Hello
 

la F-105 "Juan de Austria"

Fragata F-105 Juan de Austria. Estrecho de Gibraltar. 7 de enero de 2.014. 00.15 horas.

El capitán de fragata Álvarez de Medina no le hacía falta oír el ruido de los aviones en el cielo para saber que estaban allí. En las consolas del radar SPY-1D de la fragata, se marcaban con claridad. Los EF-2000 de Morón de la Frontera, los de Torrejón, y los EF-18 del Ala 14, estaban volando y cubriendo el cielo para evitar que la flota española, fuera atacada en el paso del Estrecho, el lugar sin duda que ofrecía más peligrosidad. Lo más seguro, hubiera sido poder colocar el sistema de combate AEGIS en automático y así asegurar la respuesta más pronta ante un ataque de aviones marroquíes. Sin embargo, la mar rizada, fruto de la borrasca que seguía mandando lluvias y vientos a la zona del estrecho y norte de África, hacía que una ola pudiera ser confundida con un avión y por tanto que los misiles SM-2 y ESSM fueran disparados al mar. No había otra forma que estar en permanente alerta.
El helicóptero SH-60 de la fragata había intentado volar en aquel diluvio y hasta que el viento no lo había hecho imposible, y peligroso, había estado en el aire alerta, buscando aviones marroquíes que se aventuraran a ras de agua. Por fortuna, no había ninguno. Mucho más alto, un AWAC E-3 Sentry de la OTAN, con tripulación española, había comenzado esa misma noche a vigilar los movimientos de los aviones marroquíes y a dirigir los ataques de los pilotos españoles.
El capitán de fragata Álvarez de Medina, pensó mientras bebía un sorbo de café, que se podía considerar que la supremacía aérea, estaba conseguida. El único problema que podía prever en este momento, era que el tráfico marítimo del Estrecho de Gibraltar, que no estaba cerrado ni mucho menos, y aunque este se había visto reducido en bastante más de la mitad, ese mismo día, lo habían cruzado casi cincuenta mercantes de distintas nacionalidades. Aunque el estrecho a partir de las 00.00 horas del día 7 de enero estaba oficialmente cerrado, ya sabían que al menos siete u ocho buques lo iban a pasar arriesgándose a verse metidos en ese fregado. Un ataque de un avión marroquí con un misil antibuque, una respuesta de medidas electrónicas o chaffs, que desviaran el misil del objetivo militar, podía terminar impactando en cualquiera de los barcos mercantes con que se había cruzado en su camino la fragata española.
Sin embargo, pensado en términos egoístas, también podía significar una defensa indirecta, ya que para que los marroquíes lanzaran un ataque de misiles antibuque, tenían que estar muy seguros de su éxito para no provocar por un fallo un incidente internacional de consecuencias muy difíciles de precisar. De todas formas, el paso del estrecho sería difícil, no ya por los aviones marroquíes, sino por la baterías artilleras que podían estar apostadas en la costa esperando hacer blanco contra los barcos según iban pasando. Una suerte sin duda, era que Marruecos no contaba con armamento de iluminación láser, ya que eso podía simplificar las cosas a la hora de plantear un ataque.
Miró desde el puente a la noche, y se encaminó al CIC para comprobar que todo seguía tranquilo, aunque esto solo fuera relativo y temporal.

viernes, abril 22, 2005

 

La P-79


Mar de Almadán. 6 de enero de 2.014. 18.11 horas.

La posición de la ex - corbeta española estaba fijada por el viejo P-3 de patrulla marítima marroquí. Su rumbo era constante y sin duda estaba realizando labores de vigilancia. Un poco más al noroeste, un segundo eco radar, también de otro buque de la Armada Española, aparecía con nitidez. Los radares de tierra de la base de Tetuán, seguían sin localizar a aviones de patrulla españoles. Los dos E/F-18 de CAP, y lejanos en ciertos momentos de su patrulla, eran el escollo.
Los dos Mirage 2000 que habían despegado de Tetuán, habían tomado rumbo este, casi directos a la corbeta, para perder el menor tiempo posible. El teniente coronel Tahar notó como se le aceleraba el pulso a medida que se acercaba a la posición donde haría la última trepada, comunicaría con su avión de patrulla para que le transmitiera los datos, y corregiría el rumbo para poder blocar a la corbeta en su radar.
En su interior, no pudo reprimir una sensación de cierto gozo al imaginarse el éxito de la misión. Al fin y al cabo, él era un soldado.



Golfo de Cádiz. F-105 Juan de Austria. 6 de enero de 2.014. 18.15 horas.

El capitán de fragata Luis Álvarez de Medina miró como la bocana del puerto de Rota iba alejándose despacio en la oscuridad que encapotaba la tarde. Detrás de ella, con sus escoltas correspondientes, saldrían el Juan Carlos I y el Príncipe de Asturias. Su labor era la de hacer de picket radar para conseguir el paso del estrecho sin problemas. Los AV-8B Plus del portaviones español y la confirmación de un AWAC de tripulación española perteneciente a la OTAN, sin duda ayudarían a su labor.
Mientras miraba como se seguía introduciendo en la oscuridad y en la creciente y lenta lejanía la bocana del puerto, pensó que si él fuera uno de los generales marroquíes encargados de entorpecer el avance español, sin duda elegiría el paso del Estrecho de Gibraltar para atacar las unidades navales principales españolas. Miró ya al frente y pensó que mientras el AWAC llegaba en las próximas dos horas, los P-3C de patrulla marítima y el patrullero de altura Cazadora, ya estaban en la zona y sin duda ayudarían a su labor. Sin embargo, se detuvo al sorprenderse a sí mismo mirando con más fijeza de lo que pensaba a la proa del buque. Más concretamente, al VLS de la fragata repleto de misiles TLAM, SM-2 y ESSM.
En este preciso instante, comenzaba la operación que se encaminaba a recuperar la isla de Almadán.



Mar de Almadán. 6 de enero de 2.014. 18.17 horas.

Los dos E/F-18 se marcaban en su radar aún lejanos. Estaban empezando a dar la vuelta por lo que era posible que ellos, o uno de los EVA españoles de la Península les hubiera localizado. Daba igual, ya no les iba a dar tiempo. Sin embargo, comprobó mentalmente la distancia e hizo de nuevo los cálculos con rapidez. Sin duda, los españoles estaban demasiado lejos.
Era el momento. Había ascendido hasta los dos mil pies con toda la rapidez posible. Con casi plena seguridad, el radar de descubierta aérea de la corbeta española ya les habría descubierto en el momento de ascender. Sin embargo, necesitaba algo de altura para de esta forma aumentar la distancia de lanzamiento, mientras se quedaban fuera del alcance de los misiles antiaéreos Sea Sparrow del navío español. La señal acústica avisando que ya había enganchado al blanco, sonó aguda y nerviosa en la cabina del Mirage 2.000 del teniente coronel Tahar. Una vez más, comprobó que todo estaba en orden y que su compañero estaba en situación. Cerró un instante los ojos y respiró con profundidad. Miró una vez más a la pantalla de su radar y apretó el disparador. Los dos Exocet AM-39 salieron dejando una estela en el atardecer postrero del Mediterráneo.

- Líder Tigre a Tigre Uno, - llamó el teniente coronel Tahar al capitan Hosni -, pájaros en el aire, repito pájaros en el aire.
- Recibido Líder Tigre. - contestó escuetamente el capitán Hosni mientras apretaba el disparador y otros dos Exocet AM 39 empezaron a surcar el tímido crespúsculo.

El teniente coronel vio como se alejaban las estelas de los misiles y se perdían de vista con rapidez. Una vez más, miró de nuevo su pantalla de radar y comprobó como los dos F-18 ahora ya sí se lanzaban hacia donde estaban su aparato y el del capitán Hosni. Ahora, había que alcanzar la costa lo antes posible.

- Regresamos a Palmera. Cambio y corto. - comunicó con una leve excitación el teniente coronel, mientras con su mano derecha hacía girar a su aparato con suavidad.



Mar de Almadán. Patrullero de altura P-79 Vencedora. 6 de enero de 2.014. 18.17 horas.

El lanzamiento se detectó enseguida en el CIC del buque español. Primeramente fue un avión no calificado como amigo por el IFF y seguidamente los cuatro misiles aparecieron en la pantalla enganchando al patrullero como su blanco. Lo primero que ordenó su comandante fue virar hacia el norte, y tal y como se planteaba en los ejercicios, intentar dar la popa para ofrecer el menor blanco posible y que los Sea Sparrow realizasen con mejores probabilidades su trabajo.
Posted by Hello

miércoles, abril 13, 2005

 

La guerra comienza...


EVA Ardilla, 1 de enero de 2.014, Motril, Granada, España. 03.01 horas

- ¡Mi subteniente, bandidos disparando en el aire! - casi gritó con los ojos muy abiertos y sin todavía querer creer lo que estaba sucediendo en la pantalla el cabo primero Mendoza.
- ¡Qué coño estás diciendo! - habló de pronto poniéndose muy pálido el subteniente González mientras iba corriendo a cerciorarse de lo que decía el cabo primero
- Mi subteniente, ocho aparatos con rumbo Tres Cinco Seis, altura Ocho Cero Cero Cero pies, y han soltado al menos 8 misiles... ahora otros dos, no,... cuatro más... ¡Los marroquíes nos están atacando! - el nerviosismo se apoderó de los rostros de los cuatro militares que estaban en la sala. Sin embargo, todavía tardaron un instante en reaccionar.
- ¿Qué dice Alfil? - preguntó con la voz rígida el subteniente González.
- ¡No contesta! - habló otro suboficial mientras volvía a intentar ponerse en contacto con el EVA de Almadán.
- ¡Mierda! - exclamó el subteniente -, ¡Avisa a León y pasa a situación Navaja... pero ya, rápido! ¡Hay que solicitar Scramble a Morón y a los Llanos! ¿Qué coño ha pasado en Almadán, joder?

El subteniente, se quedó mirando la pantalla sin dar crédito a ella. A pesar de la frialdad de una pantalla de radar, podía palparse la crudeza de la guerra recién estrenada.

- ¿Tenéis ya esa comunicación? - insistió nervioso el subteniente.



Sistema de Mando y Control Aéreo, SIMCA, Base de Torrejón de Ardoz, Madrid, España, 1 de enero de 2014. 03.08 horas

El SIMCA era el auténtico centro neurálgico de la defensa aérea española, y por tanto se trabajaba sin descanso todos los minutos y segundos del año. Recibían en tiempo real, los datos obtenidos a través de los radares y otros sensores de vigilancia, fijos y móviles, que estaban distribuidos en todo el territorio nacional. Incluso también los que facilitaba la red de la OTAN. Los radares Lanza 3D estaban en servicio desde no hacía más que diez años y se había completado en toda la red EVA en los últimos tres. Este programa había tenido por objeto la modernización del antiguo sistema de mando y control aéreo y de esta forma dotarle de mayores capacidades operativas para optimizar así la planificación y ejecución de las operaciones defensivas, ofensivas y de apoyo. Había comenzado en los años 80 del siglo anterior, aunque el primer radar tridimensional databa de 1.992.
La sala se había convertido en un auténtico hervidero. Todos los militares estaban nerviosos e intentando coordinar la defensa de lo que se había mostrado como un ataque militar de aviones marroquíes a la isla de Almadán. El capitán Robledo, ya había informado al Cuartel General y el Scramble estaba en marcha, pero desde luego no iba a ser nada sencillo, ya que acababan de aparecer otros cuatro duendes en la pantalla, mientras los dos EF-2000 de la base de Morón de la Frontera, estaban ya en el cielo y con rumbo a Almadán. Los aparatos del ataque empezaban a poner rumbo a la costa marroquí y más concretamente, parecía que a Alhucemas. Solo dos, permanecían en la zona de ataque.

- Piedra Uno, cuatro nuevos ecos, bogueys todavía, en pantalla, con rumbo Tres Cuatro Siete a ángeles 10.4. Mantengan su vector de aproximación. - hablaba un sargento encargado de coordinar el vuelo de los dos EF-2000 salidos de Morón al encuentro de los aviones marroquíes.
- ¿Cuándo van a estar los aparatos de los Llanos? - preguntó el capitán Robledo, aunque sabía perfectamente la respuesta. - porque esos son también marroquíes, no hay duda.
- Todavía tardarán cinco minutos en poder salir. Están preparando cuatro EF-18/A. - respondió el brigada Montero que estaba justo detrás del capitán también observando el devenir de las operaciones en la pantalla de seguimiento.
- No sé si van a llegar a tiempo. ¿Tenemos alguna otra respuesta del Cuartel General? - preguntó el capitán sin dirigir al pregunta a nadie en concreto.
- Nada nuevo, mi capitán. Tan solo la orden de scramble. - alguien contestó desde uno de los rincones de la sala.
- Maldita sea, ¿cómo se han podido colar? Alfil, sigue sin contestar, ¿no? - preguntó ahora directamente al brigada Montero.
- Nada de nada. Me temo que ha sido tomada, porque en pie desde luego sigue. No sé que habrá pasado, pero no contesta.

El capitán Robledo siguió sumergido en sus pensamientos sin poder alcanzar a imaginarse como había podido desencadenarse todo esto. Meses atrás, cuando compañeros suyos comentaban el estado de las relaciones entre España y Marruecos y que aquella tensión tarde o temprano tendría que estallar, pensaba que no eran más que exageraciones de periodistas ansiosos de titulares.
Todo ahora era real, y la guerra estaba allí, dibujada en la pantalla de vigilancia, justo en frente suyo. Se pasó la mano derecha por el mentón, mientras seguía sin dar crédito.
Posted by Hello

jueves, marzo 31, 2005

 

El teniente coronel Tahar, recibe la orden de despegar. La guerra, acaba de comenzar. Posted by Hello
 

Los primeros muertos españoles.

Escuadrón de Vigilancia y Alerta, EVA 24 Alfil de la Isla de Almadán, 1 de enero de 2.014. 02.35 horas.

A pesar de ser como el resto de Escuadrones de Vigilancia y Alerta, el EVA de Almadán era especial dentro del entramado de la red del espacio aéreo español. Al estar enclavada en las cercanías de la costa marroquí, y muy cercano al embudo del estrecho de Gibraltar, su zona de vigilancia y cobertura abarcaba bastante territorio y por tanto figuraba entre los elementos claves a la hora de una primera alerta en caso de un ataque aéreo desde las bases de Marruecos. Tampoco había que olvidar a los ingleses de la base conjunta de Gibraltar, que a pesar de compartirla bajo mando OTAN, seguían actuando un poco a su aire.
Aquella pequeña estación, colocada hacía apenas tres años había molestado infinitamente al gobierno marroquí, y a pesar de estar prevista desde la anterior legislatura del PP, en la época del Presidente Aznar, el gobierno de coalición del PSOE, ERC e IU había optado por demorar su construcción para no entorpecer los intentos de acercamiento que el gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero realizó tras los encontronazos habidos por el PP, y que habían provocado un distanciamiento muy profundo entre España y Marruecos.
El subteniente Briones estaba en ese momento siguiendo en la pantalla a un MD-80 de AirPlus que empezaba ya a estar bajo control de la torre de Sevilla. Suspiró aburrido sabiendo que un día como aquel habría muy poco trabajo.
Fue un sonido, entre raro y remoto. Pero al cabo de un momento escuchó dos disparos y algunas voces entrecortadas en el vestíbulo de la sala de vigilancia. Se quitó los auriculares y miró con sorpresa y extrañeza a su compañero, el cabo primero González. Sin apenas tiempo para más, la puerta se rompió y con un estampido seco entraron varios hombres uniformados y con la cara pintada empuñando fusiles de asalto AK-101 de nueva generación. Los cuatro servidores que en ese momento se ocupaban de las dos pantallas de seguimiento, apenas se movieron y tardaron en percatarse de la situación. En apenas diez o doce segundos estaban todos siendo apuntados por aquel grupo de militares.

- Buenas noches, soy el teniente Hassad de la Compañía de Operaciones Especiales de la Infantería de la Marina de Marruecos. Desde este momento son ustedes prisioneros de guerra. Estén calmados y nada les sucederá. – habló el más cercano a ellos sin dejar de apuntarles con el fusil de asalto y en un castellano lleno de entonaciones magrebíes.

El subteniente Briones, como oficial de guardia, era el de mayor graduación y creyó oportuno intervenir en ese momento, a pesar de notar una especie de raspadura en la saliva que le impedía hablar con normalidad.

- Teniente, ¿qué significa esto? ¿Qué es eso de prisioneros de guerra?.- A pesar de su pregunta no le quedaba la más mínima duda que en ese momento se estaban haciendo realidad las más pesimistas premisas de los periodistas y comentaristas de radio acerca de lo que durante el último año, llamaban, el nada deseable conflicto armado con Marruecos.

El oficial marroquí había dicho la palabra correcta y esta era mucho más dura. No eran prisioneros de conflicto, sino de guerra y eso le pareció en aquel instante tremendamente duro de oír.

- Lo que he dicho, ahora levántense y deje que se les registre a usted y al resto de sus compañeros por mis hombres. – contestó el oficial marroquí cortando la conversación.

En ese momento, al levantarse del asiento desde el que controlaba la pantalla, el subteniente Briones pudo ver parte del pasillo exterior que daba al cuerpo de guardia y a la camareta en donde dormían los soldados que la formaban. Otro oficial marroquí ya controlaba los monitores de la red de cámaras de vigilancia de la estación y pudo ver como varios militares se movían y ocupaban posiciones. En el pasillo, un soldado español herido se quejaba mientras un sanitario marroquí le tapaba una herida de la que manaba bastante sangre. A su lado tres soldados marroquíes vigilaban apuntando sus fusiles de asalto y otro registraba a un segundo legionario español tendido en el suelo, inmóvil y con un pequeño charco de sangre a su derecha. Este ya no se movía y el subteniente Briones empezó a entender con contundencia, que estaban siendo atacados por el ejército de Marruecos.
Parecía irreal y casi absurdo, si no fuera por los heridos y al menos un muerto, que ya se podían contar entre los soldados españoles. Recordó de pronto los artículos de los periódicos y las tertulias de la radio en donde algún periodista apuntaba que Marruecos era una olla a presión a punto de explotar y que sin duda apuntaría a España. Entonces le parecieron tonterías y ganas de meter intranquilidad en el cuerpo a la gente. Ahora, al ver allí tirado al legionario muerto, empezó a sentir la sensación de verdadero miedo.



Posición antiaérea Sable, Isla de Almadán. 1 de enero de 2.014. 02.30 horas.

Ni siquiera había pensado que aquello fuera a ocurrir. Él era un simple cabo primero y entendía muy poco de política y además, si era sincero, le importaba un bledo. Pero sin embargo, nunca hubiera pensado que aquello pudiera suceder. Ni siquiera cuando los oficiales y mandos comentaban que las relaciones con Marruecos iban de mal en peor. Siempre pensó que todo quedaría en esos atentados y que finalmente la Guardia Civil terminaría por erradicar.
Ahora tumbado en el suelo y con un vómito frío ascendiéndole por el pecho, solo alcanzaba a ver de forma borrosa, a los soldados marroquíes de Operaciones Especiales que habían tomado por sorpresa la posición antiaérea en las afueras de Alboy. Sus uniformes mimetizados y sus rifles de asalto con silenciadores no dejaban lugar a dudas de cual era su misión. A su lado, un poco más a su derecha, el cuerpo de uno de los soldados de guardia, yacía boca abajo en el suelo y al lado de un extenso charco de sangre que se extendía lenta y densamente. El resto de militares españoles que esa Nochevieja habían prestado servicio en la posición antiaérea, estaban con las manos en alto o en la nuca, mientras los soldados marroquíes les apuntaban y obligaban a guardar el silencio.
El frío subiéndole en masa por el pecho aumentaba y apenas ya oía nada. Un sanitario llegó corriendo y se situó a su lado, pero no le entendía. Trató de distraerse de la situación de previa muerte que empezaba a sentir e intentó recordar algo de como había sucedido la toma de la posición. Solo le dio tiempo a verse de nuevo sacando un cigarrillo del paquete. Le pareció recordar que oyó risas y de pronto, sin saber cómo ni donde, se vio rodeado de soldados marroquíes apuntándole. Intentó desenfundar la pistola y notó dos impactos secos y fuertes, como una coz, en el pecho.
Pocos instantes después se vio rodeado por soldados marroquíes que rápidamente se desplegaron y ocuparon la posición y por un sanitario que nerviosamente intentaba taponar las dos heridas de bala. No sabía cuanto tiempo habían tardado ni el número exacto de hombres que habían intervenido. En ambos casos solo podía decir que habían sido muy rápidos y que no creía que fueran más que una sección. Empezó a pensar en sus padres y en las familiares cenas de Nochevieja en su casa. Le parecieron muy lejanas y cubiertas de un polvo que todavía las separaba más en el tiempo. Pensó también en su hermana y cuando de pequeña él tiraba de sus coletas para hacerla rabiar.
El sanitario marroquí seguía nervioso y hablando con rapidez. En ese instante, una neblina, casi dulce, empezó a no dejarle apenas oír ni ver. Se quedó sin fuerzas y notó que ya no estaba allí. El frío ni siquiera le dejó terminar de cerrar los ojos al cabo primero Pascual.



Aeropuerto de Al-hoceima. Sector militar. Marruecos, 1 de enero de 2.014. 02.37 horas.

El teniente coronel Tahar era un buen soldado. Jamás se le hubiera ocurrido no cumplir una orden de sus superiores y hoy desde luego era el día menos indicado. De todas formas, eso no impedía que albergase todas las dudas posibles sobre todo aquello. Una guerra con España tendría unas consecuencias gravísimas en contra de Marruecos y ni siquiera Francia, podría echarles una mano a la hora de detener el aluvión de condenas que iban a surgir a partir del ataque. Y desde luego, la reacción militar española, que no le quedaba duda, que sería todo lo contundente que se pudiera.
Los motores de los Mirages 2000 estaban a punto desde hacía un par de minutos. El personal de tierra ya estaba a resguardo y tan solo le quedaba recibir la orden de la torre de control para salir. Entonces, la guerra habría empezado.

lunes, marzo 28, 2005

 

Desde cota periscópica... Posted by Hello

jueves, marzo 17, 2005

 

La Al-Malik. Posted by Hello
 

El S-81 y la Al-Malik.

Mar de Almadán. Submarino S-81 Ictíneo. 7 de enero de 2.014. 19.48 horas.

- Mi comandante, Foxtrot Uno en demora Dos Uno Ocho; distancia Cinco Uno Cero Cero yardas y acercándose. Velocidad Uno Dos nudos y rumbo Uno Cinco Tres grados. Son hélices diesel rápidas del tipo Floreal. Ningún otro ruido nuevo. – comunicó el brigada Moracho, encargado del sonar pasivo.
- Gracias, sonar. – contestó el capitán de corbeta Jimeno.

El suboficial encargado de la mesa central, iba punteando con un lapicero digital la situación de Foxtrot Uno, así como la de los demás buques de la zona y la del propio submarino. A la vez, los operadores de armas iban tomando sus datos. Por el ruido de las hélices se trataba de la una fragata clase Floreal, que allí venía, derecha y aparentemente descuidada. Dos de ellas había sido casi regaladas recientemente por Francia.

- Vamos a mantenernos en cincuenta metros y a esperarles tranquilamente. Velocidad, Cero Cinco nudos. – habló el capitán de corbeta Jimeno mirando a su segundo.
- Estabilizar a profundidad Cinco Cero metros. Velocidad Cero Cinco nudos. – repitió en alto el teniente de navío Narváez, siendo obedecido por los timoneles, que manejaron sus pequeños mandos, muy parecidos a los usados por los pilotos de aviación comercial.
- Que vayan preparando los tubos Uno y Dos. Vamos a por ellos. – continuó hablando el comandante del submarino mientras seguía atento a las evoluciones del eco.
- Mi comandante, Foxtrot Uno a Cuatro Uno Cero Cero metros. Rumbo y velocidad constantes.

El submarino se quedó en silencio de voces y ruidos humanos, mientras todos los hombres del CIC, sumergidos en una leve penumbra rojiza, seguían mirando las evoluciones del navío en las computadoras y pantallas.

- Preparados tubos Uno y Dos. – sonó la voz del alférez de fragata Fiter por el intercomunicador.

El capitán de corbeta Jimeno Araquistain se quedó pensando un par de segundos en silencio. Desde los tiempos de la Academia en El Ferrol, no se había planteado que esta situación se diera en la realidad. Los ejercicios eran simulaciones, pero hoy posiblemente iba a causar muertos. Cuando era guardamarina, en una ocasión, se planteó esta cuestión y fue por una pregunta que un pacifista le hizo en un bar.

-Usted un día causará muertos. ¿Está su conciencia preparada para ello? – recordó con la imprecisión del velo del tiempo, la cara y la expresión del desaliñado joven, que con tranquilidad y relativa soberbia, le miraba a su impecable uniforme blanco.

Ahora estaba en esa situación y tenía que responderse a sí mismo. Notó que le estaban mirando y que su segundo, el teniente de navío Narváez, esperaba su orden con una mirada picada por la extrañeza.

- Lancen el Uno. – dijo casi sorprendiéndose, mientras su conciencia permanecía en silencio, asumiendo que su trabajo era aquel, en definitiva, defender a su país. Carraspeó y miró a su segundo.

- Disparen el Uno. – repitió con voz más alta el teniente de navío Narváez manteniendo la mirada en su superior.

Siguieron unos instantes de silencio y espera. Los encargados de los sistemas de escucha estaban concentrados y todos prestos a oír la primera señal. El torpedo DM2A4 ya estaba camino de su objetivo.

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