viernes, abril 22, 2005

 

La P-79


Mar de Almadán. 6 de enero de 2.014. 18.11 horas.

La posición de la ex - corbeta española estaba fijada por el viejo P-3 de patrulla marítima marroquí. Su rumbo era constante y sin duda estaba realizando labores de vigilancia. Un poco más al noroeste, un segundo eco radar, también de otro buque de la Armada Española, aparecía con nitidez. Los radares de tierra de la base de Tetuán, seguían sin localizar a aviones de patrulla españoles. Los dos E/F-18 de CAP, y lejanos en ciertos momentos de su patrulla, eran el escollo.
Los dos Mirage 2000 que habían despegado de Tetuán, habían tomado rumbo este, casi directos a la corbeta, para perder el menor tiempo posible. El teniente coronel Tahar notó como se le aceleraba el pulso a medida que se acercaba a la posición donde haría la última trepada, comunicaría con su avión de patrulla para que le transmitiera los datos, y corregiría el rumbo para poder blocar a la corbeta en su radar.
En su interior, no pudo reprimir una sensación de cierto gozo al imaginarse el éxito de la misión. Al fin y al cabo, él era un soldado.



Golfo de Cádiz. F-105 Juan de Austria. 6 de enero de 2.014. 18.15 horas.

El capitán de fragata Luis Álvarez de Medina miró como la bocana del puerto de Rota iba alejándose despacio en la oscuridad que encapotaba la tarde. Detrás de ella, con sus escoltas correspondientes, saldrían el Juan Carlos I y el Príncipe de Asturias. Su labor era la de hacer de picket radar para conseguir el paso del estrecho sin problemas. Los AV-8B Plus del portaviones español y la confirmación de un AWAC de tripulación española perteneciente a la OTAN, sin duda ayudarían a su labor.
Mientras miraba como se seguía introduciendo en la oscuridad y en la creciente y lenta lejanía la bocana del puerto, pensó que si él fuera uno de los generales marroquíes encargados de entorpecer el avance español, sin duda elegiría el paso del Estrecho de Gibraltar para atacar las unidades navales principales españolas. Miró ya al frente y pensó que mientras el AWAC llegaba en las próximas dos horas, los P-3C de patrulla marítima y el patrullero de altura Cazadora, ya estaban en la zona y sin duda ayudarían a su labor. Sin embargo, se detuvo al sorprenderse a sí mismo mirando con más fijeza de lo que pensaba a la proa del buque. Más concretamente, al VLS de la fragata repleto de misiles TLAM, SM-2 y ESSM.
En este preciso instante, comenzaba la operación que se encaminaba a recuperar la isla de Almadán.



Mar de Almadán. 6 de enero de 2.014. 18.17 horas.

Los dos E/F-18 se marcaban en su radar aún lejanos. Estaban empezando a dar la vuelta por lo que era posible que ellos, o uno de los EVA españoles de la Península les hubiera localizado. Daba igual, ya no les iba a dar tiempo. Sin embargo, comprobó mentalmente la distancia e hizo de nuevo los cálculos con rapidez. Sin duda, los españoles estaban demasiado lejos.
Era el momento. Había ascendido hasta los dos mil pies con toda la rapidez posible. Con casi plena seguridad, el radar de descubierta aérea de la corbeta española ya les habría descubierto en el momento de ascender. Sin embargo, necesitaba algo de altura para de esta forma aumentar la distancia de lanzamiento, mientras se quedaban fuera del alcance de los misiles antiaéreos Sea Sparrow del navío español. La señal acústica avisando que ya había enganchado al blanco, sonó aguda y nerviosa en la cabina del Mirage 2.000 del teniente coronel Tahar. Una vez más, comprobó que todo estaba en orden y que su compañero estaba en situación. Cerró un instante los ojos y respiró con profundidad. Miró una vez más a la pantalla de su radar y apretó el disparador. Los dos Exocet AM-39 salieron dejando una estela en el atardecer postrero del Mediterráneo.

- Líder Tigre a Tigre Uno, - llamó el teniente coronel Tahar al capitan Hosni -, pájaros en el aire, repito pájaros en el aire.
- Recibido Líder Tigre. - contestó escuetamente el capitán Hosni mientras apretaba el disparador y otros dos Exocet AM 39 empezaron a surcar el tímido crespúsculo.

El teniente coronel vio como se alejaban las estelas de los misiles y se perdían de vista con rapidez. Una vez más, miró de nuevo su pantalla de radar y comprobó como los dos F-18 ahora ya sí se lanzaban hacia donde estaban su aparato y el del capitán Hosni. Ahora, había que alcanzar la costa lo antes posible.

- Regresamos a Palmera. Cambio y corto. - comunicó con una leve excitación el teniente coronel, mientras con su mano derecha hacía girar a su aparato con suavidad.



Mar de Almadán. Patrullero de altura P-79 Vencedora. 6 de enero de 2.014. 18.17 horas.

El lanzamiento se detectó enseguida en el CIC del buque español. Primeramente fue un avión no calificado como amigo por el IFF y seguidamente los cuatro misiles aparecieron en la pantalla enganchando al patrullero como su blanco. Lo primero que ordenó su comandante fue virar hacia el norte, y tal y como se planteaba en los ejercicios, intentar dar la popa para ofrecer el menor blanco posible y que los Sea Sparrow realizasen con mejores probabilidades su trabajo.
Posted by Hello

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